Eficiencia, ese concepto tan difícil de alcanzar y para el que no hay un manual específico para cada trabajo. No obstante, si podemos definir una serie de pasos genéricos que podrán ayudarte sea cual sea la actividad que desempeñes. A continuación te traemos los 5 pasos que te llevaran a la eficiencia.

 

Únete al club de las “listas”.

No se trata de un club con un montón de mujeres inteligentes :). Haz listas, ayudan a fijarte objetivos, tácticos, operativos y estratégicos. Te ayudan a priorizar las tareas para abordarlas en el orden más apropiado. Te ayuda a tener una idea del avance del trabajo realizado.

 

Gamificación.

El concepto de moda, seguro que has oido hablar de él. Fija premios para tu eficiencia, recompensarte por mantenerte en una actitud eficiente es una buena forma de conservar ese “estado de ánimo”. Las recompensas pueden ser sencillas, como tomarte un descanso cuando hayas realizado una serie de tareas.

Planifica tu horario.

Evalúa al comenzar tu jornada como tienes ocupado el tiempo. Si identificas huecos libres (ya sean 5 minutos o 3 horas), aprovéchalos. Esta planificación ·intradía” te ayudará a sacarle el máximo partido a las horas.

Aprende a decir “No”.

En ocasiones tendemos a pensar que si un cliente nos pide algún tipo de trabajo lo mejor es decir que si y posteriormente evalúar cómo vamos a afrontarlo. Es un error muy común, siempre que asumas una carga de trabajo adicional debes valorar cuál es el coste de oportunidad de asumirla pues perderás tiempo para realizar otras tareas y deberás evaluar si realmente merece la pena.

Busca colaboradores y delega.

Es simple, no puedes hacer todo tu mismo. O delegas y buscas un equipo en el que apoyarte o te quedarás tirado en el camino hacia el emprendimiento.