En CEIM siempre hemos creído en la cooperación estable entre los interlocutores sociales y la Administración como el mejor camino para encontrar un punto de encuentro en diversas materias, económicas y sociales, por complejo que pudiera parecer llegar a un acuerdo.

 

Sabemos que cuando participamos en el diseño y ejecución de políticas no vamos a llegar a nuestro punto óptimo de pretensiones, pero considero que merece una evaluación positiva, como buena práctica colectiva, que con los sindicatos y la Administración hayamos podido encontrar las situaciones en las que todas las partes preferimos colaborar en lugar de remover el consenso en busca de ventajas añadidas.

En materia preventiva no sólo compartimos el objetivo de promover la seguridad y salud en el trabajo, sino que conviene subrayar que los empresarios pensamos que el fomento de la prevención y el impulso de programas de salud laboral son claros factores de competitividad para las empresas porque incrementan la productividad y mejoran el clima laboral.

Por ello CEIM desarrolla actividades formativas específicas relacionadas con la prevención y, además, las organizaciones empresariales territoriales y sectoriales integradas en nuestra Confederación realizan un importante número de acciones y programas destinados a difundir la cultura preventiva.

El objetivo final es la reducción de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales y, sin poder caer en la autocomplacencia en esta materia, hemos de resaltar cómo los frutos de tantas acciones están contribuyendo a que paulatinamente disminuya el índice de incidencia de la siniestralidad en nuestra región.

Actividades realizadas

Me permitirán que mencione alguna de las actividades que nuestras organizaciones realizan:

-Resolución de consultas, tanto por teléfono, correo electrónico, web o personalmente. 

 -Elaboración de material didáctico e informativo como guías, manuales, folletos, etc.

 -Mantenimiento de webs específicas de prevención.

-Boletín trimestral de CEIM.

-Reuniones periódicas con responsables de prevención de mutuas, servicios de prevención, organizaciones empresariales y empresas.

– Visitas informativas.

– Jornadas técnicas.

– Campañas de difusión.

– Formación.

Con todas estas actividades cumplimos con suficiencia los objetivos tanto de las convocatorias de la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, como con el IV Plan Director en Prevención de Riesgos Laborales de la Comunidad de Madrid.

Involucramiento en el diseño de políticas

Siguiendo nuestra actividad, si se nos pregunta por la participación en órganos institucionales o en el ámbito de CEOE, debo señalar que nos involucramos en el diseño y ejecución de algunas de las políticas públicas para que el accidente sea un recuerdo lejano o el menor de los problemas en el ámbito laboral.

Huimos, pues, de la idea de accidente inevitable, puesto que ello conduciría a abandonar toda esperanza de mejorar la situación. Por ello, trasladar al ámbito de responsabilidad empresarial cualquier circunstancia negativa que suceda a un empleado sin analizar la causa a fondo es profundamente desincentivador.

Me refiero a accidentes que, protegidos como no podría ser de otra manera por la Seguridad Social, son ajenos en mucha o total medida a la relación laboral en sentido estricto: riesgos psicosociales o accidentes de tráfico.

Como confederación de empresarios nuestra tarea es difundir la cultura preventiva, pero me permitirán advertir de la inconveniencia de abordar esta tarea sólo centrándonos en la elaboración de medidas preventivas y de protección; estos esfuerzos darán verdaderamente sus frutos cuando se integren en una estrategia de sensibilización hacia los riesgos laborales más allá de la población trabajadora y del lugar de trabajo en sentido estricto.

Ello pasa por la promoción de actuaciones específicas de sensibilización, promoción y apoyo y de potenciación de la formación, introduciendo los conceptos básicos de prevención de riesgos laborales en todos los planes de educación primaria y secundaria.

Por otro lado, debiera realizarse especial énfasis en el establecimiento de líneas de actuación de verdadero fomento de la cultura preventiva, fundamentalmente para las microempresas y autónomos, ya que la legislación, por sí sola, no es suficiente para implantar una cultura de prevención.

Los pequeños empresarios echan de menos que se adecue la normativa a sus tareas, de manera que se evite un modelo preventivo teórico, de difícil cumplimiento sin afectar a la realidad productiva y a la propia actividad.

Vías para mejorar la situación preventiva

Desde CEIM nos atrevemos a sugerir algunas vías que podrían explorarse para mejorar la situación preventiva aún más:

En primer término, facilitar que la maquinaria obsoleta se sustituya rápidamente por otra más segura y eficaz; aspecto contemplado en la Estrategia Española.

Por otro lado, insistir en la correcta identificación y análisis de los riesgos para eliminarlos, como dice la Ley, y no proceder a evaluarlos sin detenerse a estudiar cómo podemos afrontarlos para que el trabajador no sufra el daño.

Finalmente, promover foros orientados a los pequeños empresarios para que puedan poner en común exitosas experiencias preventivas.

Por comunidades autónomas, comparativamente el índice de incidencia de accidentes con baja en jornada de trabajo en Madrid, frente al resto de comunidades, señala a nuestra región con un nivel inferior al del conjunto nacional.

Este descenso de los accidentes nos indica que vamos por el buen camino, pero debemos seguir insistiendo porque la prevención de accidentes en el trabajo no puede pasar nunca a un segundo plano. Por ello, estamos en permanente relación institucional con la Administración regional.

Aspectos centrales

A corto plazo, tenemos intención de centrarnos en los siguientes aspectos:

a) Asesoramiento a las pymes.

 b) Adelantarnos al cambio, poniendo proyectos encima de la mesa y no eludiendo el debate empresarial sobre accidentes in itinere, voluntariedad de la vigilancia de la salud o el recargo de prestaciones.

 c) Propuesta de incentivos eficaces.

 d) Mecanismos para sensibilizar a los medios de comunicación y las redes sociales, de forma que los ciudadanos y las empresas conozcan qué hacen las organizaciones empresariales en el ámbito preventivo.

 e) Estar más atentos a las cuestiones internacionales relativas a la prevención de riesgos, particularmente porque ya muchas empresas madrileñas están desplazando trabajadores a otros países y precisan de nuestro apoyo en esta materia.

Termino insistiendo en que la prevención de riesgos laborales es una tarea de todos, en la que los empresarios y sus organizaciones representativas estamos completamente volcados desde hace ya muchos años.