La llamada digitalización de la economía es una necesidad básica de las empresas que quieran mantenerse o surgir, por lo tanto va a generar una fabulosa demanda millonaria de empleos. En España, es probable que en los próximos cinco años esta necesidad supere un millón doscientos mil puestos de trabajo, de los cuales medio millón serán STEM (Science, Technology, Engineering y Mathematics), los otros quinientos mil van a ser empleos inducidos que le darán soporte y, el resto, trabajos indirectos generados. 

Esto significa que las empresas, podremos hacer frente a esta nueva etapa —cargada de oportunidades— cumpliendo con nuestra misión de generación de puestos de trabajo y, por lo tanto, de progreso, para todos. Hasta aquí las buenas noticias porque frente a este caudal de perspectivas positivas, los empresarios de Madrid estamos preocupados ante la posible falta de recursos necesarios para hacer frente a la ola digital. Las estadísticas encienden la luz de alarma porque el número de estudiantes matriculados en carreras STEM ha descendido. Si bien en 2009 representaban el 30% de los estudiantes, el año pasado la cifra se redujo al 26% y las estimaciones vaticinan que continuará descendiendo un 3,3% anual hasta el 2021. 

«Se necesitarán medio millón de puestos de trabajo con perfiles STEM»

Al mismo tiempo, según Eurostat, España encabeza la tasa de abandono escolar temprano en Europa, duplicando la media comunitaria. Esto supone que el 20% de nuestros jóvenes de entre 18 y 24 años, han abandonado prematuramente el sistema educativo sin haber terminado los estudios de educación secundaria. Hay análisis que han estimado el coste que supone para el Estado el hecho de que un joven abandone los estudios de forma prematura, situándose entre 1 y 2 millones de euros a lo largo de la vida estimada en 40 años de vida adulta de una persona, además de suponer un fracaso social. Por lo tanto, podemos afirmar que afrontamos una época apasionante de reinvención en la que van a surgir numerosas oportunidades para todos y fuentes de generación de progreso para la sociedad a través del tejido empresarial. Sin embargo, el colectivo que está llamado a protagonizar el futuro —los jóvenes— parece no estar lo suficientemente preparado para aprovechar todas esas posibilidades. Y las empresas ante esta incertidumbre tenemos la obligación de alertar a los gobiernos y de actuar, porque la política es demasiado importante para dejarla sólo en manos de los gobiernos. 

«Es necesario acercar a los jóvenes al mundo real de las empresas»

En CEIM venimos denunciando la distancia existente entre las necesidades profesionales que requieren nuestras empresas para cubrir sus ofertas de empleo y los contenidos formativos actuales. No existe conexión entre el mundo de la formación y el del empleo. Además, mientras el primero es rígido, las empresas necesitan adaptarse cada día a las necesidades cambiantes de sus clientes. Y nuestra responsabilidad como parte de la sociedad es ofrecer oportunidades laborales a los jóvenes, es decir, señalar un camino real de progreso y de desarrollo personal dependiente de cada uno, antes de que sucumban a la idea de que la solución sólo está en manos de populistas oportunistas. Tras el desempleo de los jóvenes está la puerta de la exclusión social y de la marginalidad y eso tenemos que evitarlo entre todos porque el bienestar del futuro está en sus manos. Pero nuestra todavía abultada cifra de paro juvenil no está basada sólo en el elevado abandono escolar temprano o en la distorsión entre oferta y demanda formativa. También hay que apuntar al hecho de que en España se retrasa mucho el primer contacto con la empresa y en el bajísimo porcentaje de éxito de los servicios pú- blicos de empleo (sólo intervienen en el 3% de las colocaciones). Es necesario acercar a los jóvenes al mundo real de las empresas para favorecer su empleabilidad y también el emprendimiento juvenil. Al mismo tiempo, el hecho de simplificar la relación contractual animaría a las empresas a abrirse a este colectivo estratégico. Por último, en lo que respecta a las políticas activas de empleo, ya es hora de que toda la sociedad nos podamos beneficiar de la eficacia de la intermediación laboral privada reduciendo la tasa de paro. Parece evidente que también para mejorar la situación de los jóvenes en el mercado laboral necesitamos una nueva reforma laboral que favorezca la contratación.

Francisco Aranda Manzano

Portavoz de CEIM-CEOE

Fuente: ABC/EMPRESA 16/04/17