El pasado 23 de junio el Reino Unido votó a favor del Brexit con un ajustado 52%. El premier británico, David Cameron, principal valedor del “Remain” dimitía pocas horas después al no sentirse legitimado para dirigir una nación que había votado mayoritariamente en contra de sus postulados. Al menos, “Cameron de la Isla” tuvo la consideración de permanecer en el cargo hasta que su partido elija un nuevo líder, tomando como deadline el 9 de septiembre. Después de esta situación, la incertidumbre se ha apoderado tanto de los mercados como de la sociedad en general. En este artículo tratamos de dar algo de luz a la situación que se dibuja.

 

Hoy

A día de hoy, el Reino Unido continua siendo un miembro de pleno derecho de la Unión Europea. Ha satisfecho todas las obligaciones económicas con la UE y continuan aplicándole todas las leyes comunitarias (presentes y futuras).

Pero… ¿no ha cambiado nada?

No ha cambiado nada hasta ahora… pero todo va a cambiar. Los británicos permanecen por el momento dentro de la dinámica de trabajo habitual de la UE como hasta ahora pero se abre un periodo de negociación con “los de UK”.

¿Esto esta regulado de alguna forma?

Demos la bienvenida a un desconocido que se va a hacer famoso en poco tiempo: El artículo 50 del tratado de Lisboa.

Invocación del artículo 50

“Desconectar” al Reino Unido de la UE no será sencillo. El sustituto de Cameron se va a encontrar un buen “brownie” cortesía de sus compatriotas. Lo lógico es pensar que el nuevo Primer Ministro enfríe la invocación del artículo 50 hasta que hayan avanzado las negociaciones con la intención de mantener todas las ventajas posibles de ser miembro de la UE sin serlo. Por su parte, los estados miembros de la UE presionaran para que el Reino Unido tome decisiones rápidas en pro de dar estabilidad y certidumbre a la situación actual, tratando de que primero se invoque el artículo y luego se negocie.

El trabajo de desligar la relación del Reino Unido con la UE será complejo y prolongado. Cualquier nuevo Primer Ministro esperará para invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa de cara a acordar un conjunto de objetivos y una estrategia de negociación clara. Sin embargo, los estados miembros de la UE seguirán ejerciendo presión para que los movimientos sean rápidos y no tener que participar en cualquier negociación antes de que ese artículo haya sido invocado.

¿Qué opciones se plantean al Reino Unido tras el Brexit?

A pesar de que es complejo tratar de anticipar un escenario futuro, desde El Empresarial hemos analizado la relación de la UE con distintas naciones de su entorno para tratar de dar una visión de las opciones que tiene el Reino Unido. A continuación las analizamos

Modelo Noruego

Mantenerse dentro del Área Económica Europea. Parece la opción menos compleja y daría la posibilidad al Reino Unido de acceder al mercado libre. Mantendrá el mismo status al actual en términos de regulación europea y no se pondrá puertas a la libertad de movimiento. Los más euro escépticos de las islas no estarán de acuerdo.

Modelo Suizo

Negociación Ad-hoc industria a industria. El modelo suizo supondría que el Reino Unido debería negociar sector a sector para firmar acuerdos independientes. El modelo de relación sería más a medida pero a la vez más complejo. En términos de regulación, los tribunales helvéticos son independientes a la UE pero permiten la libre circulación y paga una “cuota” a la UE.

Modelo turco

El modelo turco se caracteriza por compartir fronteras. Una adhesión de este tipo eliminaría por completo cualquier arancel con la UE pero limitaría la capacidad de negociación de acuerdos de libre comercio independientes por parte de UK (los negocia la UE).

Modelo canadiense

Acuerdo de libre comercio comprendido como un acuerdo comercial a medida. Un buen referente es el acuerdo de libre comercio entre Canadá y la UE. Esta opción prolongaría la incertidumbre (hicieron falta 7 años para alcanzarlo) y no incluiría acuerdo de libre comercio en el ámbito de los servicios financieros, por lo que sería una opción poco atractiva para los británicos.

Desconexión total

Para acceder al mercado comunitario, el Reino Unido debería seguir las reglas de la Organización Mundial del Comercio. Se trataría de la peor situación posible y la que generaría mayor incertidumbre.