Las empresas de limpieza reclaman que se fije un precio mínimo en los contratos públicos para evitar prácticas ilegales.

Juan Rosell ha manifestado que cualquier Gobierno ha de pensar que empresas y empresarios somos clave a la hora de crear riqueza, crecimiento y empleo ya que todo ello “no llega ni por milagros ni por decretos”, durante su intervención en la presentación del estudio sobre la situación actual de los procedimientos de contratación del servicio de Limpieza en España, encargado por la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza, Aspel, a Deloitte y presentado en CEOE.

Además, el presidente de CEOE ha indicado que entre las prioridades que el nuevo gobierno ha de asumir, los empresarios encuentran necesarias la transparencia; una cierta regeneración; solucionar el problema territorial, -teniendo en cuenta que este se debe de arreglar con la colaboración de todos y teniendo como referencia Europa- y el control del déficit público. Respecto a la contratación en el sector, destacó que “el precio no lo es todo” en la adjudicación de este tipo de servicios, y advirtió de que, si así fuera, “la calidad puede verse deteriorada, en especial en un sector como este, en el que la mayor parte del coste es coste de personal”.

Por su parte, Juan Díez de los Ríos, presidente de Aspel, patronal de ámbito estatal del sector de limpieza de edificios y locales, ha exigido que se modifique la actual legislación en materia de contratación pública, de manera que se fije un precio mínimo de salida en las licitaciones de servicios y evitar así prácticas ilegales por parte de empresas que no están lo suficientemente preparadas para la prestación de los mismos.

Esta es una de las principales reivindicaciones que las grandes empresas de limpieza han hecho a través del estudio elaborado por Deloitte en el que se analizan los procedimientos de contratación de servicios de limpieza en España. Junto a las intervenciones de Juan Rosell y de Juan Díez de los Ríos, se ha producido la del socio de Deloitte, Ignacio Ramírez Vera, que ha hecho hincapié en que el documento ha sido elaborado con el fin de exponer los efectos que tiene sobre las empresas del sector el hecho de considerar el precio como criterio único o preponderante para la adjudicación de contratos por parte tanto de las administraciones públicas como del sector privado.

Las empresas de limpieza piden fijar previamente un precio de salida mínimo que soporte los costes de personal, sobrepasado el cual, las entidades concursantes puedan competir. Asimismo, exigen que se endurezca la normativa para excluir directamente de los concursos públicos a aquellas empresas cuyos precios no soporten este coste de personal así como los demás costes necesarios para la prestación del servicio, como los materiales consumibles.

Debido a la alta representatividad de la mano de obra en el sector, una bajada en los precios se traduce en una progresiva pérdida de puestos de trabajo y en una notable disminución de la calidad del servicio. Además, esta precarización lleva asociadas otras consecuencias negativas para el sector como el deterioro de las infraestructuras u operar bajo estándares de limpieza no óptimos para la salud laboral, entre otras.

Por todo ello, se plantean una serie de propuestas de mejora fundamentadas en la contratación de servicios profesionales de limpieza a partir de su “valor óptimo”. Según detalla el estudio, este concepto trata de tener en cuenta no solamente un precio favorable, sino ponderar también, en relación a las preferencias de la entidad contratante, los distintos elementos relativos a la calidad de la oferta, buscando la que más se adecúe a sus necesidades.

Igualmente, el informe apunta la conveniencia de adjudicar los contratos de limpieza desde el punto de vista de los resultados, con un enfoque en el que se prime la calidad y sostenibilidad del servicio, y no hacerlo a partir del “enfoque horas”, que caracteriza aquellos encargos en los que se asigna un precio por hora, estipulando de antemano el número de horas de trabajo.

El sector en cifras

El 68% del PIB español pertenece al sector servicios. De este 68%, el sector de la limpieza representa más del 1%, con una facturación que superó los 8.000 millones de euros en 2013. 

En la actualidad, el sector de la limpieza profesional está formado por 16.503 empresas y emplea a 330.000 personas, lo que hace que dos de cada 100 empleos en España se concentren en este sector.

Aspel

Aspel aglutina a 17 grupos empresariales: FCC, Eulen, Acciona Facility Services, Ferrovial Servicios, Ilunion Limpieza y Medio Ambiente, Clece (Grupo ACS), Samsic Iberia, Limpisa (Grupo Norte), ISS Facility Services, Cliner, Saminsa (Grupo Sagital), Onet España, Ingesan (OHL), Lacera, Valoriza (Sacyr Vallehermoso), Concentra y Servimil. En la actualidad, las empresas integradas en Aspel acaparan el 43% de la facturación del sector, dan trabajo a más de 138.000 personas y tienen presencia en todas las comunidades autónomas.

Imagen de cabecera: Greensmart