Para mi venía siendo una costumbre, una obligación, una imposición… el escribir un post todas las semanas. Creo que desde hace años no he fallado a la cita ¿Pero, por qué tengo que crearme obligaciones innecesarias? Está fue la pregunta que me hice días atrás. La contestación me la di de forma rápida: este domingo no publicaré nada en mi blog. Será el primer paso para sentirme algo más despegado de las redes sociales. Y es que, últimamente, me estaba comiendo demasiado el coco y no tengo ninguna necesidad de ello… Hay rutinas que no se deben soportar…

Cuando te generas compromisos sin saber “por qué”, el resultado suele ser bastante negativo, ya que te incita a escribir cosas para cumplir el expediente, pero no porque sean de interés o porque aporten algo nuevo, algo diferente. Por ejemplo, en la última semana he leído seis post, en diferentes blogs, en los que se hablaba de cómo gestionar reuniones eficaces. ¿Pero, es que ya no está todo dicho sobre este tema? En este caso, como en otros parecidos, hay poco que aportar, pero seguimos escribiendo por “cumplir”. ¡Ojo! soy el primero que ha cometido ese error…

Que el “mundo 2.0” es una maravilla, no lo duda nadie, y menos yo que soy un ferviente partidario. Pero como todo en la vida, hay que saber controlarse. Si no lo haces, corres el peligro de convertirte en un adicto, y entonces ya deja de ser algo bueno para convertirse en una “enfermedad”. Veo, y ¡Ojo! soy el primero que ha cometido ese error… a muchas personas que solo viven para el mundo 2.0. Tal vez encuentren en ello algo, que yo no acabo de encontrar.

Los “likes” los “followers”, le quitan el sueño a  mucha gente, como si fueran lo más importante de la vida. Cuando entras en esa dinámica, pregúntate si no has perdido el rumbo… ¡Ojo! soy el primero que ha cometido ese error… También conozco a mucha gente que no quiere ni oír hablar de las “redes sociales”… Pues tampoco es eso. ¡En el término medio está la virtud…!

En la comunidad en la que me muevo, hay gente maravillosa. De ellos he aprendido muchas cosas buenas, pero también lo que no debo hacer. Me sorprende mucho, lo que yo llamo el “Ego del 2.0”. Hay una propensión a mostrar todo lo bueno que hago, digo y escribo… Si doy una conferencia, todo el mundo debe saber lo mucho que me han aplaudido. Si me tomo un “mojito” con mis amigos, me falta tiempo para poner la foto en la red, para que se vea que me muevo en un ambiente “selecto”. El “timetable” de Twitter, nos deja un porcentaje altísimo de noticias que no tienen más interés que dejar claro que ahí estoy yo… ¡Ojo! soy el primero que ha cometido ese error… Falta humildad y sencillez. Sobra protagonismo, “Ego 2.0″…

Noto en mis seguidores, que hay como un cierto pudor, un falso pudor, a hablar de política… ¿Por qué? ¿No es la política parte de nuestra vida? Eso sí, el respeto, la educación, las formas, la delicadeza… deben ser la regla que gobierne nuestros comentarios. Hay que considerar que una opinión contraria es una fuente de riqueza. ¿Y de religión? Para muchas personas, es algo fundamental y necesario en su día a día. ¿Por qué no hablar de ello? Política y religión, dos realidades del ser humano que algunos ignoran…

Con este panorama he decidido bajar mi intensidad en el “mundo 2.0”. Voy a intentar eliminar todos los personalismos que no aporten valor para los demás. Intentaré escribir en mi Blog solo aquellas cosas que me salgan de forma espontánea, sin obligación, sin compromiso. Cada vez me doy más cuenta que el “mundo 1.0” me sigue aportando mucho, y es ese mundo el que quiero potenciar. Sin duda valoro más la amistad presencial, esa que cuando miras a los ojos de una persona, te hablan por sí solos… Si el mundo “digital” no te lleva al mundo “analógico” algo está funcionando mal… ¡Ojo! soy el primero que ha cometido ese error… Pero espero no seguir por ese camino… Rectificar es de sabios…