No hay la menor duda, vivimos un mundo caótico, pero fascinante. Preocupante, pero ilusionante. Con enorme cantidad de posibilidades, pero sobre todo… es “el mundo que nos ha tocado vivir“. No podemos darle la espalda y desaprovechar las enormes oportunidades que nos ofrece.

Un mundo cuyas características pasan por la globalización (con lo positivo y lo negativo). La cultura  de la velocidad, del “aquí y ahora”. La tecnología más invasiva que jamás se pudo imaginar (y no es nada con lo que viene). Los cambios supersónicos. Las comunicaciones cósmicas, con el ejemplo de los treinta mil millones de mensajes que se envían a diario a través de WhatsApp, o los nueve mil seiscientos tweets que enviamos por segundo. ¿A que son cifras astronómicas? A mí me lo parecen… ¿A ti, no?

Pero, realmente ¿Qué está pasando? Muchas cosas: Crecimiento exponencial y complejo, crisis de refugiados, cambio climático, expoliación del planeta, dificultades energéticas, crecimiento de las ciudades, la basura, problemas del campo…

En España, según el último barómetro del CIS, nos preocupa: el paro, la corrupción, la economía, los políticos, la sanidad y la inmigración. A un nivel más micro, nuestros ojos están puestos en la pérdida de confianza a todos los niveles, el papel del hombre y la mujer, la cesta de la compra, la crisis de las parejas, la educación de los hijos, la incertidumbre política, las “pantallas”…

Todas estas circunstancias afectan  a las personas, entre las que nos encontramos tú y yo. Y si me afectan ¿Qué puedo hacer yo? Lo primero que te sugiero, es que te hagas la pregunta más desconcertante, profunda, difícil, emocionante e interesante que nos podemos hacer… ¿Quién soy yo? Si no me conozco, difícilmente puedo tomar el protagonismo de mi vida. Te repito ¿Quién soy yo? Analiza tu carácter, tus capacidades, tus gustos, tus emociones, tus manías, tu lenguaje… ¿de dónde vengo? ¿a dónde quiero ir? Te recomiendo el libro de Laura Chica: ¿Quien eres tu?

Como ves, tenemos que vivir en un mundo incierto, pero lleno de posibilidades. El vivirlo de forma positiva depende de nuestra actitud. Puedes hacerlo con cualquiera de estas dos caras…

Llegados a este punto, y conociéndonos un poquito mejor, quisiera hacer algunas reflexiones que tal vez te puedan ayudar a afrontar el futuro (en realidad el presente) con un talante más vitalista:

♦ Objetivos claros. No puedes emprender de manera eficiente ninguna acción sin tener previamente una imagen clara del objetivo que debes alcanzar. Un objetivo enseña el camino, orienta la acción, da seguridad, y sobre todo, motiva. Cuanto más difícil, mayor satisfacción. Lo fácil es para los mediocres. Los objetivos deben ser concretos, medibles, cuantificables, desafiantes y alcanzables… Te recomiendo el libro “Metas” de Brian Tracy.

♦ Utilizar mejor el tiempo. Distingue lo importante de lo urgente. Limita el número de interrupciones. Reúne los asuntos del mismo tipo. No manipules cada tema más de una  vez. Delega lo posible. Fortalece la fuerza de voluntad. Resérvate momentos de tranquilidad. Con el orden se multiplica el tiempo. No te vayas a casa sin haber terminado tu tarea. No tienes derecho a disponer del tiempo de los demás. Aprovecha los momentos en que te encuentras más en forma. Te recomiendo el libro “Lo primero es lo primero” de Stephen Covey, Roger Merrill y Rebecca R. Merrill.

♦ Conexión “Familia & Trabajo. Si preguntas a la gente, que es para ellos lo más importante en su vida, un porcentaje altísimo te dirán que lo que más les preocupa es su familia. Y si la familia es tan importante, ¿por qué le dedicamos tan poco tiempo?. Comparte tu visión sobre el trabajo con los tuyos. Diles que el trabajo ennoblece. Enseña a tus hijos a trabajar. Lleva a tus hijos al trabajo y enséñales donde pasas ocho horas todos los días. Comparte las experiencias laborales positivas. Lleva a casa las historias de los héroes de tu mundo laboral. Involucra a tu familia en los proyectos de tu trabajo. Te recomiendo el libro “Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas” de  Stephen R. Covey.

 

La Alegría de Vivir en Positivo

♦ Relaciones humanas. Fomenta la amistad. Hoy está muy de moda el “networking”, practícalo. Aprovecha la sinergia de las personas con las que mantienes una relación habitual. ¿Has pensado lo mucho que te puede ayudar tu pareja? ¿Y tus hijos? ¿Y tú jefe? ¿Y tus compañeros? No desaproveches esta oportunidad, pero piensa que no se trata solo de recibir, sino también de compartir. La unión hace la fuerza, pero sobre todo contagia de energía positiva a los que te rodean. Te recomiendo el libro “Como ganar amigos e influir sobre las personas” de Dale Carnegie.

 ♦ Cultura. El conocimiento te dará fuerza para afrontar lo que el día a día te va deparando. La obsolescencia es muy rápida. La formación continua es una obligación. Piensa que la cultura es vida. La educación es la mejor inversión. Ten siempre a mano un libro que te actualice tus conocimientos profesionales. Piensa que es mejor “ser” que “tener”. Te recomiendo el libro “La cultura y el sentido de la vida” de Alfonso López Quintás

♦ Vida sana. Practica deporte regularmente. Controla tu alimentación. Bebe dos litros de agua al día. Duerme ocho horas. Hazte un chequeo medico al año. No te lleves trabajo a casa. Diviértete con tu familia. Ocúpate de tus amigos. Fomenta el espíritu de servicio. Sonríe, es una buena terapia. Toma el sol, es fuente de energía. Rompe la rutina.

Seis breves reflexiones que, si las ponemos en orden, nos pueden ser de una gran utilidad para aprender a  vivir de forma más racional en un mundo caótico pero apasionante…

Imagen de cabecera: Ramdlom